Muy probablemente, pocas sean las cafeterías que cuentan con dos grandes y pesadas puertas de roble como acceso a su establecimiento, pórtico que permitió el paso a los cientos de feligreses que en el pasado acudieron a la iglesia que hoy acoge este peculiar establecimiento. Un espacio interior en el que destaca una sala central de altos techos e inmensa luz natural que accede por dos ventanas simétricas, altas y estrechas que en su día flanquearon un altar, hoy substituido por una figura en blanco que busca ofrecer un símil de la crucifixión bajo una visión contemporánea. Para aquellos que os podáis preguntar por la ubicación de esta cafetería, At The Chapel (su nombre no podría ser más específico) se encuentra en Bruton, el corazón de West Country al suroeste de Inglaterra, en donde historia y religión dejan paso al respeto y la actualidad.
