Me apasionan las antigüedades más de lo que creo que haya podido llegar a reflejar por aquí publicación tras publicación, ya sea una pieza de mobiliario o su vertiente monumental a modo de arquitectura. Un edificio antiguo, sus salas vacías, caminar por ellas pisando suelos de gran belleza y la posibilidad de admirar, incluso palpar las molduras, cenefas y ver como estas se prolongan hacía lo alto de sus techos supone una experiencia extraordinaria para mí.
