La vista, el tacto y el corazón, estos son los sentidos (físicos y metafóricos) que afloran y se experimentan súbitamente al tener delante cualquiera de las piezas de Hands and Lands, alfombras marroquies tejidas a mano por diversas tribus Bereberes que mucho más que un objeto decorativo, son auténticas obras de arte capaces de relatar las emociones, historias o vivencias que las mujeres que las confeccionaron quisieron plasmar en ellas. Cada pieza es única e irrepetible y debemos entenderla como un lienzo en blanco al que se le ha ido dando forma y color paulatinamente, nudo a nudo, siguiendo la tradición y técnica bereber, un arte transmitido de generación en generación de madres a hijas, convirtiéndolo en un instrumento a través del que dejar constancia de sus anhelos y de los momentos vividos.
Detrás de Hands and Lands están Silvia y Sheila, dos hermanas que convirtieron su interés por conocer otras culturas y la pasión por la artesanía en el motor de su proyecto, especializándose en la venta de alfombras bereber debido a que les impactó sobremanera su fuerza artística y la historia que las envuelve. Actualmente viajan a distintas regiones de Marruecos para hallar “rarezas vintage”, piezas únicas que seleccionan cuidadosamente, una a una, interesándose por recabar la máxima información sobre el origen de cada pieza así como su simbolismo particular.
“viajan a distintas regiones de Marruecos para hallar “rarezas vintage”, […] interesándose por recabar la máxima información sobre el origen de cada pieza”
Cada tribu tiene definido su propio lenguaje y este se ve reflejado en cada alfombra en forma de líneas geométricas con diversos motivos como rombos, cruces o estrellas, formas abstractas o empleando el color como un elemento diferenciador más. Símbolos que bajo una mirada entendedora como la de Silvia y Sheila se convierten en un libro abierto que relata la historia de cada tejedora como si de una escritura silenciosa se tratase. Por ejemplo, el rombo y el color rojo simboliza lo femenino, y por el contrario, el triángulo y el color amarillo, lo masculino.
Son en definitiva, piezas únicas de un valor artístico extraordinario capaces de conferir personalidad propia al espacio en donde se sitúen, y que además tienen una funcionalidad clara dentro del hogar, ya que los textiles en decoración (y especialmente la alfombras) son piezas fundamentales para crear un entorno cálido y acogedor.
Wowww María, qué bonitas por favor!!!!!!
Me encantan, ¡son preciosas! :)
¡Besotes!