Edificada en la década de los 50, descubrimos una vivienda situada en Grouse Mountain en Vancouver, Canadá, que tras una reciente renovación se ha logrado crear un espacio amplio y luminoso sin anular el carácter arquitectónico propio de la época. Del resultado final nos sorprende el uso recurrente de un único material en sus diversas variantes, siendo la madera en sus diferentes clases y tipos, el elemento principal de su construcción.
La obra en el interior de la vivienda se ha realizado de forma muy superficial, manteniendo la distribución intacta al disponer ya de origen con estancias bien proporcionadas. De este modo, el equipo de Scott & Scott Architects han basado su diseño en acentuar las cualidades existentes de la propia construcción bajo una única premisa, aumentar la profundidad en la que luz penetraba a todos los rincones de la vivienda, aspecto que se ha conseguido al substituir la antigua escalera por una nueva de hierro, esta visualmente más ligera.
La madera, elemento predominante en la estructura original de la edificación ha sido conservada y tratada para adaptarse a la nueva estética del espacio, de este modo, las láminas del techo lavadas a lejía, las vigas centrales y los dos bloques de almacenamiento que dividen la planta baja crean una atractiva superposición de tonos y acabados.
En la cocina destaca la imponente encimera de mármol, una pieza de 800kg esculpida en un único bloque y substraía de una cantera próxima a la vivienda, que pese a la cercanía ha supuesto un reto a la hora de realizar su instalación.
Esos techos son…. Amor del bueno!
Coralia.
Esta vivienda es un remanso de paz llena de detalles únicos, desde la encimera de mármol, pasando por las vigas del techo o el estampado del sofá.