Concebida como una extensión de la sala de estar, aquí la cocina se convierte en una gran área dividida del salón con acierto por un único muro de hormigón. Amplia y atemporal, la luz del día se filtra por las ventanas de ambos lados de la casa permitiendo asumir así el riesgo de emplear una tonalidad azul-negro para el mobiliario, muebles que contrastan a su vez con los suelos de madera de pino, de clara referencia nórdica.
Las necesidades de almacenamiento se han solventado con un gran armario que discurre a lo ancho y largo de la pared, compuesto por módulos en donde almacenar vajillas y utensilios varios, su considerable tamaño permite mantener las encimeras libres de elementos visuales.
Las necesidades de almacenamiento se han solventado con un gran armario […] su considerable tamaño permite mantener las encimeras libres de elementos visuales.
¡Me encanta! No me importaría nada vivir ahí… jejeje
¡Besotes!