Con unas extraordinarias vistas a las montañas que rodean la población de Kamakura, en Japón, nos dejamos sorprender por el interior de una vivienda que mantiene una total conexión con el exterior a través de los amplios ventanales con que cuenta. Una residencia cuya arquitectura se caracteriza por la presencia de aleros en voladizo, elementos que pretenden evocar a los antiguos templos tradicionales propios de la región.
