Entre los clásicos él despunta, y es que su diseño es tan sumamente reconocible que incluso dejándose entrever y sin mostrar más que algunas partes de su silueta se convierte en absoluto protagonista del espacio, contando con una robustidad capaz de mantener el atractivo incluso en los espacios más neutros y depurados, estilos decorativos que de algún modo aún consiguen realzar más su silueta redondeada en forma, pero que sin embargo otorga la más erguida de las posturas.
