Admiro aquellos proyectos de interiorismo que además de resultar interesantes de analizar tienen la capacidad de divertir a aquél que sea observador, diseños que emplean recursos ingeniosos cuyos resultados llegan a sorprender, y este precisamente es el caso de la obra del arquitecto de interiores y diseñador Grégoire Lafforest, autor de la jaula para pájaros que os mostré en la entrada anterior y del cual que hoy descubrimos una vivienda en lo que era un viejo almacén en el centro de París.
